Nunca te abandona

Dije a Dora que, si me concedía este favor, lo iba a escribir con todos los otros que me ha hecho. Como Dora nunca te abandona, dicho y hecho: me lo concedió. Por eso, paso a escribir los favores ordinarios que Dora me concede. Perdí una de mis perlitas y la busqué por todos lados sin encontrarla.

Dije a Dora que, si me concedía este favor, lo iba a escribir con todos los otros que me ha hecho. Como Dora nunca te abandona, dicho y hecho: me lo concedió. Por eso, paso a escribir los favores ordinarios que Dora me concede.

Perdí una de mis perlitas y la busqué por todos lados sin encontrarla. Estaba en una promoción social en un pueblo con 25 chicas y, ya yéndonos, les pregunté si alguna había visto, de casualidad, mi perlita. Una respondió: “sí, yo la guardé en uno de mis pantalones cuando estaba limpiando para preguntar si era de alguien y después me olvidé”. Así que, gracias, Dora, por mi perlita.

Vivo en Camerún y encontrar velas para el oratorio no es tan fácil. Le pedí a Dora y además de encontrar las velas en una tienda, encontré unos patitos muy simpáticos y baratos para decorar una torta de cumpleaños.

Otro día, tenía poco tiempo y pedí a Dora que llegara a hacer todo. Y así fue, tanto que el chico que me ayuda a hacer las compras me preguntó por qué tenía tanta suerte y le dije que tengo una amiga en el Cielo que nunca me abandona y me ayuda mucho.

Metí la estampa de Dora con reliquia en el congelador para que me lo arreglara porque aquí no es fácil encontrar buenos técnicos. Dora arregló el congelador mandándome un técnico bueno y barato.

Rezamos con una amiga una novena a Dora para que pudiera quedar embarazada, porque tenía algunas complicaciones. El año pasado mi amiga tuvo un hijo varón.

Tantos otros favores, que no terminaría nunca. Pero no quiero acabar sin dejar constancia de que Dora nunca falla cuando le pedís algo y hasta te hace dos favores en uno.

M.M. (Camerún)