Presentación de Inspirados para amar: “Si perdonáramos más, habría más sonrisas a nuestro alrededor”

Ayer, jueves 25 de agosto, se presentó en el Centro Cultural Borges, en Buenos Aires, el documental “Inspirados para amar”. Participó del evento el director, Juan Martín Ezratty.

A las 19 horas comenzó el Espacio Interactivo San Josemaría 2.0. Los asistentes pudieron dejar sus testimonios escritos o filmados, y tomar un café, mientras escuchaban la música en vivo. La experiencia de ser parte del proyecto cubrió el ambiente durante toda la tarde.

Florencia Beramendi, encargada de Prensa de la Oficina de Comunicación del Opus Dei, dio la bienvenida, agradeció a los organizadores y a los presentes, y comentó el objetivo del encuentro: “Este Espacio Interactivo busca ser una experiencia diferente de acercamiento a San Josemaría y su mensaje, basado en las redes sociales y en las personas que son ayudadas por ese mensaje”.

Luego, señaló que “Inspirados para amar se encuentra disponible en internet desde hace unos meses (www.inspiradosparaamar.org) y va sumando seguidores en las redes sociales. ¿Cómo te inspiró San Josemaría? ¿Cómo te ayudó a inspirar a otros? Eso es San Josemaría 2.0. Los lenguajes y los canales varían con el tiempo, pero San Josemaría es siempre actual: se renueva en la vida de tantas personas, de distintos idiomas, de distintos países, clases sociales, etc”.

A continuación se proyectó el documental. Antes de la entrevista al director, la presentadora comentó: “Hay una historia que me gusta mucho: Hacía meses que la Guerra Civil Española había terminado cuando, un día, San Josemaría tuvo que tomar un taxi en Madrid. Como era su costumbre, enseguida se puso a charlar con el conductor, a hablarle de Dios, de la santificación del trabajo, y de olvidar la desgracia por la que había pasado España. El taxista lo escuchaba y no abría la boca. Cuando llegó a su destino y San Josemaría se bajaba, el hombre le preguntó: — “Oiga, ¿dónde estaba usted durante el tiempo de la guerra?” — “En Madrid”, le contestó el sacerdote. — “¡Lástima que no le hayan matado!”, respondió el taxista. San Josemaría no dijo una palabra ni hizo el más leve gesto de indignación. Al contrario, con mucha paz preguntó al taxista: — “¿Tiene usted hijos?” Y cuando este hizo un gesto afirmativo, añadió al precio del viaje una buena propina y diciendo: — “Tome, para que compre unos dulces a su mujer y a sus hijos”.

La manera de perdonar muchas veces nos habla de la calidad de una persona. San Josemaría me recuerda siempre: si las personas perdonáramos más, más rápido y más fácil, más en serio, a nuestro alrededor habría más sonrisas, más comprensión…”.

En la segunda parte de este encuentro, Marta Villar, periodista y docente universitaria, entrevistó a Juan Martín Ezratty, dando lugar también a intervenciones del público (ver entrevista al director aparte).

El evento también se pudo seguir en Twitter y se pueden ver más fotos y videos en Facebook.