Contar la vida de un santo con tartas, mapas y líneas de tiempo. Ese es el reto al que se ha enfrentado la arquitecta Loreto Spá con la exposición "Un santo en datos". La muestra, que se podrá visitar en el Centro de Turismo de Colón en Madrid hasta el próximo 28 de septiembre, recorre la vida y obra de Álvaro del Portillo, con motivo de su beatificación el día 27 de septiembre en una multitudinaria misa que tendrá lugar en el madrileño barrio de Valdebebas.
¿Cuál es el objetivo de esta muestra?
Esta exposición quiere comunicar la vida y la obra de un personaje histórico que la Iglesia católica beatificará el 27 de septiembre.
¿Por qué se ha decidido contar la vida de este nuevo beato madrileño a través de cifras?
Porque se pidió que la exposición fuera muy actual, que conectara con el público moderno y eso se hizo a través de los contenidos. El hombre actual necesita datos, no necesita teorías. Quiere pesar, medir y poder contar las cosas que se han hecho y así poder valorar. Por eso hemos optado por contar la vida de Álvaro del Portillo a través de los números.
¿Cree que se logra el objetivo?
Creemos que sí sobre todo por la respuesta del público. La primera vez que pude ver montada la exposición fue en hall del edificio de bibliotecas de la Universidad de Navarrra. Era la primera vez que la exposición se podía desplegar en toda su envergadura y ver el efecto teatral. A la gente le llama mucho la atención y realmente se transmite lo que se quería que es mostrar una vida de entrega de una manera muy atractiva. Cómo la santidad puede ser muy atractiva.
¿Cómo se ha organizado la exposición?
El contenedor de todos esos datos también tenía que ser muy moderno y muy escenográfico. Nosotros decidimos materializarlo eligiendo una forma cilíndrica, dinámica y fluida. Los paneles donde se exponen las infografías y las fotos son cilindros que se retroiluminan y además son autoportantes por lo que la muestra se puede independizar de cualquier sala. Se pretendía que fuera una obra itinerante y no se sabía dónde se iba a exponer cuando nos la encargaron. Ese era otro de los handicap de este trabajo.
Esta idea de incorporar vídeos, imágenes y la voz del propio beato ¿cómo se acopla con el resto de la muestra?
La otra parte de la exposición se materializa en tres pequeños cilindros negros que son espacios donde se proyectan audiovisuales y donde el público se puede sentar y ver vídeos sobre la vida de Álvaro del Portillo. El espacio está acotado acústicamente y están aislados los focos de audio.
El último módulo de la muestra, ¿tiene algún significado especial?
Ese cilindro que se llama el "Secreto de lo intangible" es un cilindro muy enigmático, totalmente negro. Está muy cerrado. Allí se intenta explicar cuál ha sido el motor de la persona, cuya vida acabamos de recorrer en la exposición. Es muy interpelante y personal. No solo se trata de imágenes de la vida de Álvaro del Portillo y de su voz, sino también de otros santos contemporáneos como Teresa de Calcuta, Juan Pablo II. Son imágenes muy sugerentes que invitan a la reflexión.
Durante este trabajo, ¿ha descubierto algún aspecto nuevo de Álvaro del Portillo? ¿Qué destacaría de su figura?
Este trabajo me ha ayudado mucho en lo personal porque después de leer mucho y analizar muchos datos y fotografías de su vida descubro que al final lo importante no son solo las creencias y las teorías, sino también las cosas concretas que has hecho en tu vida por los demás. Creo que Álvaro del Portillo era una persona que tendía puentes, una persona muy conciliadora a la que han querido mucho. Hay muchos testimonios que dan cuenta de ello. Y también era una persona con una gran serenidad, transmitía mucha paz.