“El Opus Dei busca ayudar a personas concretas a encontrarse con el amor de Jesús”

El 2 de octubre se cumple un nuevo aniversario de la fundación del Opus Dei. Su fundador, san Josemaría, recibió una luz muy clara de Dios: todos los hombres y mujeres podían transformar su vida en un puente para llegar a Dios. Desde entonces, el Opus Dei se ha expandido por los cinco continentes.

Hace 87 años, un 2 de octubre, nacía el Opus Dei, un camino de santidad que recuerda a todos los hombres y mujeres de cualquier condición y cultura que pueden transformar su trabajo, su tarea diaria, su vida entera en un puente para llegar a Dios. En palabras de san Josemaría, su fundador, el Opus Dei nació “para decir a hombres y mujeres de todos los países, de cualquier condición, raza, lengua o ambiente —y de cualquier estado: solteros, casados, viudos, sacerdotes—, que podían amar y servir a Dios, sin dejar de vivir en su trabajo ordinario, con su familia, en sus variadas y normales relaciones sociales”.

El Papa Francisco, en una carta que envió con motivo de la celebración de la beatificación de Álvaro del Portillo, sucesor de san Josemaría, invitaba a todos a imitar al fundador del Opus Dei y enamorarse cada día más de Cristo: “sí, enamorarse de Cristo. Éste es el camino de santidad que ha de recorrer todo cristiano: dejarse amar por el Señor, abrir el corazón a su amor y permitir que sea él el que guíe nuestra vida”.

En palabras del Padre Victor Urrestarazu, vicario del Opus Dei para Argentina, Paraguay y Bolivia, “lo que buscamos en el Opus Dei es ayudar a personas concretas a encontrarse con el amor de Jesús, en definitiva, ayudarlos a ser más felices, a tener esperanza. Hay mucha gente que sufre, hay muchas familias que atraviesan situaciones de mucho dolor, ahí es donde tenemos que estar cada uno para tender una mano, para ayudar a sanar esas heridas del corazón que son a veces tan profundas. Como decía san Josemaría, `la esperanza en Dios enciende maravillosas hogueras de amor, con un fuego que mantiene palpitante el corazón, sin desánimos, sin decaimientos, aunque a lo largo del camino se sufra, y a veces se sufra de veras’”.

En una carta que envió ayer el obispo Prelado Javier Echevarría animó a los fieles a vivir este aniversario escuchando las palabras del Papa sobre el problema de muchas familias migrantes: "En los momentos actuales, somos testigos de la pena de innumerables familias, que se ven obligadas a emigrar por motivos muy variados: falta de trabajo, pobreza, guerra, persecución a causa de la fe... Y no falta la realidad de que, en muchas ocasiones, esas personas encuentran enormes dificultades para integrarse donde desearían ir. La Iglesia, llamada a ser Madre de todos, no es indiferente a estas situaciones. Son continuos los llamamientos del Papa Francisco a la solidaridad humana y cristiana hacia estas personas. Recordaba recientemente que, ante la tragedia de decenas de miles de prófugos que huyen de la muerte por la guerra y el hambre y están en camino hacia una esperanza de vida, el Evangelio nos llama a ser "prójimos" de los más pequeños y abandonados. A darles una esperanza concreta. No sólo a decir "¡ánimo, paciencia!"... La esperanza es combativa, con la tenacidad de quien va hacia una meta segura". Finalmente, llamó a responder a la petición del Papa de forma concreta con "iniciativa y responsabilidad".

El Opus Dei comenzó en el año 1928, y entonces era una semilla que comenzaba a crecer con el fin de servir a todas las personas, en la Iglesia y en comunión con el Papa. Hoy es palpable su expansión en innumerables países y en los cinco continentes. Es visible la inspiración que las palabras de san Josemaría generan en miles de hombres y mujeres en el mundo entero y la ayuda espiritual que reciben para salir adelante en sus vidas y poner en marcha iniciativas con una fuerte impronta social. En Argentina, destacan el Instituto Madero (un secundario de enseñanza técnica en el partido de la Matanza), Sendas (centro médico en González Catán, La Matanza) y centros de formación rural en varias provincias. En Barracas, funciona el Colegio Buen Consejo, se trata de un proyecto de inclusión para chicos y chicas que provienen de la villa 21/14 y barrios de la zona sur de Buenos Aires. Inspirado en el mensaje de San Josemaría sobre la educación, Juan Martín Fernández, director del colegio explica “Lo que buscamos es tender puentes. Una de las mejores apuestas que se puede hacer por el país es la educación. Este país sale adelante con educación y con cultura. Estamos apostando a eso a nivel comunitario, a nivel Barracas, Villa 21. Ojalá pueda replicarse esto en otros lados".

Para más información sobre el Opus Dei en Argentina y sus iniciativas, se puede ingresar a la web www.opusdei.org.ar