Con varias misas se celebró a San Josemaría Escrivá de Balaguer

 Miles de personas participaron de varias misas en todo el país  En Buenos Aires, presidió la ceremonia el Nuncio de Su Santidad S.E.R. Adriano Bernardini junto a Mons. Emilio Ogñénovich y Mons. Charbel Merhi; en San Martín Mons. Guillermo Rodríguez Melgarejo; en la Iglesia de Don Bosco, San Isidro, el Pbro. Dr. Patricio Olmos, Vicario Regional del Opus Dei; en Rosario Mons. Sergio Fenoy; en Bahía Blanca Mons. Guillermo Garlatti; en San Juan Mons. Alfonso Delgado; en Mar del Plata Mons. Juan Alberto...

San Josemaría junto a Don Álvaro del Portillo y Mons. Javier Echevarría, rezando en la Basílica de Luján.

... Puiggari; en San Miguel Mons. José Luis Mollaghan; Santo Tomé Mons. Francisco Polti; en San Luis Mons. Jorge Luis Lona; en Paraná Mons. Mario Maulión, estas son algunas de las tantas misas que se celebraron.

Entre el 25 y 26 de junio se celebraron numerosas Misas en honor de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, en todo el país. En esos días los argentinos recordábamos el 30 aniversario de la visita del santo a nuestras tierras.

En la homilía pronunciada por el Nuncio de su Santidad S.E.R. Adriano Bernardini, en la Catedral de Buenos Aires, entre otros aspectos hizo referencia a la caridad. Al comentar unas palabras que San Josemaría dijo en su paso por la Argentina, en 1974, el Nuncio comentó: “Como ven se trata de un programa de santidad muy simple, muy evangélico: la santidad de las pequeñas cosas, la santidad del amor y diría más en el caso de San Escrivá: la santidad de la fantasía del amor.

La fantasía debe ponerse también al servicio de la caridad, para evitar el peligro de que se seque. Con la fantasía, la caridad no resulta el solo deber, un tanto pesado, por cumplir, sino la capacidad y la alegría de ¨sorprender¨ al otro, captar sus necesidades –aunque el otro no logre expresarlas- anticiparse a sus deseos y ofrecerle soluciones que le ayuden a vivir y a esperar.

Se ha de tener miedo de vivir una caridad descuidada, burocrática, molesta y ajustada a lo estrictamente necesario. La caridad, en una palabra, no puede resignarse a ser solamente una cosa buena. Debe de convertirse en una cosa bella”.

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