34 nuevos sacerdotes del Opus Dei

El Prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría, ha ordenado a 34 sacerdotes el 27 de mayo, en la basílica de San Eugenio (Roma). Ofrecemos una noticia y una galería de fotos de la ceremonia.

El Prelado felicita a uno de los nuevos sacerdotes (Fotos: JM San Millán).

Visite la galería de fotos de la ceremonia.

“Contad con nuestra oración por cada uno de vosotros” ha dicho Mons. Javier Echevarría a los nuevos sacerdotes. “Una oración que se extiende hacia todos los seminaristas y hacia quienes el Señor querrá llamar al sacerdocio ministerial”. La oración por los sacerdotes y por los candidatos al sacerdocio –ha añadido- “es una intención que no puede faltar nunca en el alma del cristiano”.

Al inicio de la ceremonia, el prelado del Opus Dei ha transmitido a los 34 diáconos y a sus familiares la bendición especial de Benedicto XVI. Y a continuación, durante la homilía, ha considerado tres aspectos del ministerio de los nuevos presbíteros: la Eucaristía, la predicación y el ejercicio de la misericordia divina.

“He aquí, hijos míos, una de vuestras tareas fundamentales: adorar e invitar al pueblo a adorar, también con el cuerpo, al Santísimo Sacramento, misterio de fe y de amor”, ha dicho.

Junto a ello, “tendréis que transmitir con fidelidad, también a través de vuestro comportamiento, las enseñanzas de Jesús. Enseñanzas que colman el alma de alegría y de paz. Contáis con la infusión del Espíritu, para anunciar a todos la llamada a amar a Dios y al prójimo en la vida ordinaria, en el trabajo profesional”. La predicación de sacerdote, ha subrayado el prelado, “nacerá de la Eucaristía, de la oración, es decir de vuestro contacto personal e íntimo con Jesucristo”.

El Prelado dijo a los nuevos sacerdotes: “Tendréis que transmitir con fidelidad, también a través de vuestro comportamiento, las enseñanzas de Jesús. Enseñanzas que colman el alma de alegría y de paz".

Mons. Echevarría ha recordado que “la paternidad amorosa de Dios no nos abandona nunca” y que tarea principal del sacerdote es “reflejar esta paternidad de Dios en el ejercicio de la dirección espiritual y en la administración del sacramento de la penitencia, que san Josemaría llamaba el sacramento de la alegría”. De este modo, “los presbíteros darán esperanza a las almas, escucharán con paciencia a cada persona, conscientes de que cada uno es único ante Dios: cada uno es hijo, hija de Dios”. Con la disponibilidad para administrar la penitencia y para llevar la dirección espiritual, “ayudaréis a tantas personas a cumplir, un día y otro, pequeñas ascensiones interiores”.

El prelado se ha dirigido a las familias de los nuevos presbíteros y, de modo especial, a sus padres: “¡os deben a vosotros la vocación!” les ha dicho. Y ha añadido: “Me uno a vuestra profunda emoción cuando, en el altar, cada nuevo sacerdote actualice el misterio pascual, poniéndoos en la patena, junto a Jesús que se ofrece a su Padre.” 

En adelante, sacerdotes expertos en vida espiritual

Uno de los nuevos sacerdotes es el médico australiano Amin Abboud, de 41 años, que trabajó como médico en el Repatriaton General Hospital Concord de Sydney. Amin también se dedicó profesionalmente a la atención de personas con alzheimer y de los presos de una cárcel australiana. 

"La antropología cristiana ha sido fundamental en mi trabajo", explica. “En la carrera nos explicaban cómo preparar a una persona ante la muerte y ante el dolor, sin argumentos religiosos. Pero a mi aquello me parecía vacío. La fe, en cambio, te permite abrirte a otra vida y dar sentido a la presente. Es una medicina de valor incalculable”. 

Los 34 ordenandos, durante la postración.

Father Amin tiene grandes esperanzas en el futuro de su país: "Australia es un lugar tranquilo, donde se ama la libertad y no hay prejuicios. Es, por lo tanto, un terreno abierto a la verdad de Dios. Estoy rezando para que la próxima Jornada Mundial de la Juventud sea un momento de renovación espiritual para muchos jóvenes”.

El italiano Luca Fantini, genovés apasionado por la astronomía y la física, es otro de los ordenandos. De joven, asombrado por los avances científicos, creyó superada la fe y abandonó la práctica religiosa. 

En el itinerario hasta su ordenación sacerdotal fue decisivo, como él narra, conocer a un par de personas el Opus Dei: "eran buenos profesionales que no encontraban incompatibilidad entre su trabajo y la fe. Es más, yo veía que su actitud hacia la realidad era más completa, más sincera, más exigente. Con el tiempo, volví a la práctica de la fe. Pero mi “regreso” –puntualiza- no fue un proceso puramente intelectual. Era el inicio de una nueva amistad con Dios”.

En la ceremonia del sábado también recibe la ordenación sacerdotal Alfonso Sánchez de Lamadrid, sevillano de 45 años. Biólogo de profesión, ha estudiado durante 15 años la bahía de Cádiz y la costa andaluza. “Aquel mar en el que trabajaba era sobrecogedor, maravilloso y desconocido”. Se detiene. Y continúa: “Es como la fe. Creemos que conocemos a Dios, pero en cuanto nos sumergimos un poco, en cuanto le tratamos y nos comenzamos a hacer preguntas, descubrimos todo un mundo nuevo, inabarcable”. Adilson Martini, de Brasil, dejó su puesto en una empresa de construcción para estudiar en Roma y seguir su vocación sacerdotal. En su país se encargaba de verificar la calidad de edificaciones diversas, como un estadio de fútbol, una refinería de petróleo o un túnel. “Ahora soy sacerdote para servir a la Iglesia. Me encargaré de administrar sacramentos, de llevar la dirección espiritual de personas, de dar catequesis, etcétera. Tendré que acompañar a la gente a encontrarse con Dios. Por eso, me gusta imaginar que seguiré encargándome de la calidad en la construcción... de vidas felices”.

Los nuevos sacerdotes abandonan las tareas profesionales que ejercían antes para intentar ser, con palabras de san Josemaría, sacerdotes al cien por cien. Precisamente sobre este tema Benedicto XVI dijo el pasado jueves en Polonia que “al sacerdote no se le pide que sea experto en economía, en construcción o en política. Se le pide que sea experto en vida espiritual”.

Los nuevos presbíteros proceden de Brasil, Italia, Australia, Guatemala, Venezuela, EEUU, Austria, España y Perú. Los ordenandos son:

José Luis Tapia (España); 

Ludwig Juza (Austria);

Alfonso Sánchez de Lamadrid (España); 

Matteo Fabbri (Italia); 

Jesús Palacios (España); 

Luke Joseph Mata (EEUU); 

Jesús Torrero (España); 

Javier Sancho (Argentina); 

Ignacio José Rodríguez (Venezuela); 

Alfonso Postigo (España); 

Ignacio Campos (España); 

Feliciano de Domingo (España); 

Adilson Martini (Brasil); 

Francisco Javier Quesada (España); 

Amin John Abboud (Australia); 

Manuel Massotti (España); 

Álvaro Arturo Estrada (Guatemala); 

Ricardo Héctor Santiago (España); 

Luis Fernando Díaz (Guatemala); 

Miguel Silva (México); 

José Carlos Trullols (España); 

Yago Alberto Martínez (España); 

Francisco García (México); 

Carlo Alfonso Silva (Colombia); 

Santiago Caucino (Argentina); 

Álvaro Casas (México); 

Fernando María Crovetto (España); 

Luis Felipe Quesada (México); 

Alfonso García Huidobro (Chile); 

Pedro Cervio (Argentina); 

Luis de Castro (España); 

Juan Rego (España); 

Luca Giuseppe Fantini (Italia); 

Eduardo Ronald Olivera (Perú).